House busca dinero para recuperar el recorte de fondos en su departamento, ordena a la Dr. Park captar pacientes, preferentemente adinerados, con la encomienda de salvarlos y que éstos hagan donaciones por gratitud. Llega a la sala de urgencias Benjamin Byrd (Michael Scofield de la extinta serie Prison Break), CEO de una empresa de software, teniendo como síntoma: exceso de altruismo y, lo más importante de todo, un cheque que podría hacer que regresen los ex miembros del club de House. Su filantropía es tal que también ofrece donar un riñón a una paciente de Wilson, con insuficiencia renal, a House de igual forma le promete su millón de dólares pero al presenciar la nueva acción del enfermo decide con la ayuda de sus "ángeles": la Dr. Jessica Adams, Thirteen (Olivia Wilde) y la renuente Dr. Park; hacer todo lo posible para evitar la operación y descubrir el origen de su caridad, sin olvidarse del cheque.
Se marca el regreso de la número trece, previsiblemente sus apariciones serán más esporádicas, con gran gratitud hacia House, menos golpeada por el Huntington y cooperando en el nuevo equipo por remordimientos; vemos un nuevo rasgo de la personalidad de la Dr. Park aún reticente de que el equipo crezca, desafortunadamente para ella en un especial juego de caridad con la Dr. Adams teniendo como ganador a House. No sé por qué, pero ya me la imagino en una relación con Chase.
Citas House del capítulo:
"Echovirus... virus, virus, viruus....."
"You know, the down vibe in here is totally ruining my Charlie's Angels fantasy"
"Yes. I think that little of you and that much of me"
Es octubre de 1971, una niña aparece corriendo despavorida como si la cantidad de metros recorridos le provocaran alivio por los tormentos sufridos. Es resguardada en un hospital pediátrico, las autoridades y los doctores buscan respuestas, Lucie Jurin (Mylène Jampanoi) es reacia para expresar sus sentimientos. Al conocer a Anna Assaoui (Morjana Alaoui), ya tiene una nueva, y única, amiga; le comparte lo que le ocurrió en su cautiverio y rápidamente la convierte en su confidente. Aún los remordimientos del día de su escape no la dejan, provocándole no sólo dolor emocional sino heridas físicas.
Ya han pasado 15 años, un domingo matinal como cualquier otro, hasta que una joven con escopeta en mano, irrumpe en la casa de una familia pudiente en busca de venganza para sanar y encontrar la paz interior que tanto ha querido. Lucie cumple con su cometido, sin embargo, continua mutilándose a pesar del apoyo y comprensión de su mejor amiga.
Segunda Parte
Después de la brutal masacre, la joven ex cautiva no puede librarse de sus tormentos y decide acabar con su angustia. Anna no evita su trágico desenlace. En seguida de una llamada a su madre intentando buscar consuelo, comienza a escuchar ruidos extraños en la casa, por lo que decide rescatar a su estremecedor hallazgo sin saber las consecuencias que traerá tan solidaria acción.
Mártir significa testigo, la historia se centra en un grupo, asociación o secta que pretende convertir a unas simples personas de víctimas a testigos; desean saber qué hay del otro lado, qué nos depara en la muerte. Más en un sentido metafísico que religioso. Esta gente, ciertamente adinerada, lleva 17 años con su terrorífica misión consiguiendo su objetivo en 4 personas. Esta última es quien logra esa añorada visión en vida. Anna desde niña se mostró fraternal buscando ayudar a su prójimo, siendo del tipo de seres (extintos) con vocación de protección a los desprotegidos. Se hace fuerte en su dolor, se apoya en su amiga Lucie y sobre todo al liberarse a si misma ya no le teme a nada, trascendiendo a un plano espiritual.
El vertiginoso arranque del film nos entrega claras referencias de Haute Tension, Alta tensión (2003, próximamente reseñada en el blog), casi como en forma de tributo en el personaje de Lucie. También ha sido duramente criticada la película en su exhibición en festivales al poner mal a los espectadores al grado de tener que asistirlos médicamente; ésta afirmación me parece un mito urbano, para ser utilizado como una campaña publicitaria y captar más distribuidores, sea lo que sea, me parece de mal gusto infravalorarla por la violencia expuesta y olvidarse del manejo maestro del director, no recuerdo alguna otra cinta que tenga un cambio tan radical en la trama, pensar que el argumento de la misma es uno cuando en realidad es otro completamente diferente, literalmente Pascual Laugier juega con nosotros a placer; un sector de la critica piensa que hay sangre y crueldad en exceso sin razón, otros vamos más allá, pensamos en que considerando al guión como simple la interpretación del mismo es perfecto, sin tantas explicaciones, aunque toca (ligeramente) el tema metafísico no nos agobia con fundamentalismos o referencias a la religión.
No es tortura tipo Hostel o Saw, combina el terror psicológico (excelsamente usado en el cine oriental) y el movimiento gore francés, de forma armoniosa tocando fibras; los que la vean en lugar de esperar la "famosa escena de la polémica" disfruten (si pueden) de la mejor película de terror de la última década y presumiblemente del cine francés.
Espectacular en: Pascal Laugier, nos entrega dos películas en una, cada cual con su género; es impresionante la discordancia de los primeros 60 minutos con la última media hora. Es sin lugar a dudas el punto más alto del cine de terror francés, se convertirá indudablemente en una película de culto del género. El maquillaje y la fotografía. La actuación de ambas protagonistas. El discurso de la Mademoiselle (Catherine Bégin) tanto cuando captura a Anna como en la escena final.
Pudo mejorar en: la duración de la tortura de Anna, son 21 minutos, es difícil que el espectador aguante; no sé si pueda mantenerse viendo a una persona tratada como harapo, vejada, humillada; en el aspecto técnico no hay banda sonora, con apenas diálogos de ella y para sí misma, aunque sí es castigada físicamente, es realmente crudo y doloroso ver su sufrimiento emocional, la manera en que se denigra (las escenas de la papilla incomestible y la silla con orificio-basinica) a tal punto de perder todo sentido y sólo se mantiene cuerda por el recuerdo de Lucie.
Pésimo en: que no sea para todo el público, varias personas no podrán verla en su totalidad debido a la dureza de las escenas. El encasillamiento de la cinta por lo explícito de éstas a manera de crear polémica sin razón alguna, lo entendería si fuera solo violencia sin razón alguna, películas tipo Hostal (dejándola como juego de niños), pero Pascual Laugier quiere y consigue transmitir un sentimiento: el sufrimiento.
Por último, Hollywood piense hacer un remake POR FAVOR NO.
House se encuentra en su suite de lujo hasta que recibe la visita del nuevo decano de medicina del Hospital Princeton-Plainsboro para hacer un trato con él; le otorgarán la libertad condicional si ayuda a sanar unos pulmones para realizar un transplante. El convenio es demasiado tentador para Gregory y decide aceptar.
El capítulo 2 de esta nueva temporada bien podría encajar en cualquiera de las temporadas anteriores, el típico regreso a la rutina, sobre todo en las que en el final de temporada ocurre un accidente; a lo que me refiero es simple, esa coreografía que los escritores han impuesto de forma sistemática: le quitan la oficina luego se la regresan, reta al decano para después poner de su parte en el caso y lograr sacarlo adelante, su antiguo equipo ha seguido su camino (no sé sabe si todavía trabajan ahí o no) y lo quiere recuperar y esa relación tan particular con Wilson, él se encuentra indignado (por enésima vez) de los desdeñables actos de su mejor amigo y al final ocurre lo que todos los fanáticos sabemos.
La novel Dr. Chi Park (Charlyne Yi) tiene un buen debut retomando aquél rol de Masters, en la temporada anterior, siendo la doctora genio con su grado de inseguridad, incapaz de tomar decisiones y enfrentar los problemas; un buen personaje que sólo duró 14 episodios, espero que la hija de padre coreano y madre filipina permanezca la temporada completa.
Cita House del capítulo:
"Prison! Sorry, I thought I heard everyone thinking it."
House le dice a Wilson:
"I like you. I have fun with you. And if you can honestly say that you don't like me, you don't have fun with me. I can accept that. But just do whatever you have to do to get over this. Punch me in the face, kick me in the nuts. Either/or. Both seems excessive".
Y en el desenlace Wilson le toma la palabra, teniendo otro gracioso momento en esa amistad insufrible.
Matt Franklin (Topher Grace) recién graduado de la MIT (Massachusetts Institute of Technology) se encuentra confundido al no saber qué hacer de su futuro, decide trabajar en una tienda de vídeos para despejar su mente, sin embargo, se encuentra estancado. Barry (Dan Fogler), su inseparable amigo, no entró a la universidad para ser vendedor en una agencia automotriz. La hermana melliza de Matt, Wendy Franklin (Anna Faris) aplicó para hacer su maestría en Cambridge, le ha llegado la respuesta pero la quiere ver después de disfrutar esta noche.
La noche de fiesta, del reencuentro anual de los viejos compañeros de la preparatoria, donde asistirá el amor platónico de Matt, Tori Frederking (Teresa Palmer); la reina de la graduación, deportista y popular. Para poder hablar con ella opta por asistir a la fiesta por primera vez, inventarse una carrera de banquero, robar un auto, convencer a un amigo para que sea parte de su coartada, humillar al jefe e invadir una casa y rodar la bola sólo para pedirle el número telefónico.
Los escritores y productores son los mismos de That 70's Show por lo que nos trasladan a los 80's de una forma fresca; una película con una formula comúnmente usada cientos de veces, el joven, en este caso erudito (aunque puede ser perdedor, torpe, libidinoso o normal), siempre quiso salir con la más popular de la escuela pero a lo largo de toda la high school nunca se animó a pedírselo. Aquí ya hasta se graduaron de la universidad y esa indecisión lo sigue torturando, sin olvidar su nula experiencia profesional a pesar de ser el primero en todos los cursos académicos, como lo dijo su padre no es fracasado, es peor que eso, jamás se ha arriesgado.
Todo ha cambiado pero en realidad nada ha cambiado, lo que siempre sucede en las fiestas donde se tiene mucho tiempo en que no se ven a los demás asistentes, cada quien ha seguido su rumbo, no obstante, los mismos grupos se siguen formando, las personas odiosas siguen siendo odiosas, los outsiders se mantienen con esa actitud, los perdedores (que se ven de esa forma en la escuela) seguirán viéndose así y las chicas inalcanzables de igual forma.
Sinceramente cuando leí la sinopsis de la película no tuve deseos de verla sino hasta que me topé con el soundtrack, prácticamente tiene la esencia de esa década, me faltaron grupos pero cubrió todos los géneros; no tiene nada que ver en el argumento pero sí con la música Footloose (protagonizada por Kevin Bacon) es otra cinta, filmada en 1984, que muestra gran parte de lo que se escuchaba en aquellos tiempos.
Espectacular en: la banda sonora, la selección de canciones de esa década es espectacular; Topher Grace (será por su papel de Eric Forman en That 70's Show) me genera simpatía en su actuación desenfadada, natural, sin las excentricidades de Barry, por ejemplo. Teresa Palmer en su rol de "niña bonita" cumple de forma satisfactoria su performance se logra sin sobre saltos; la interacción de Topher y Teresa es muy buena, consiguen una gran química sobre todo al inicio de la película con esos incomodísimos silencios, a quién no le ha pasado.
Pudo mejorar en: precisamente Dan Fogler, me pareció sobre actuado, que si bien tuvo grandes momentos como en su manejo "profesional" de la cocaína, en la pista de baile y en el encuentro que tuvo con una exhibicionista y un voyeurista, en las otras escenas lo sentí un poco hartante; el guión, que sea simple no significa que debe ser hueco, falto de ideas, no se salió de la zona de confort, abusa de algunos estereotipos, sin lugar a dudas si no es por la música (obviamente), los citados personajes (con todo y los defectos de Dan Fogler incluidos) y la época en que se realiza, jamás la habría visto.
Pésimo en: Anna Faris (así como me sucede con Topher Grace pero a la inversa) es desastrosa en cuanta película aparece, tiene tanto colágeno en los labios, de por si no gesticula, que se le dificulta hasta el habla; es más un gancho publicitario que otra cosa, afortunadamente sus escenas son esporádicas (como 15 ocasiones), pero lo lamentable del caso es para estar y no estar (algo muy extraño un tipo prop que habla pero no dice nada) y para contar su tonta anécdota con su maniquí, perdón con su novio.
Aquí no hay relaciones gays, vecinos que son familiares, personajes hispanos; tampoco tienen doctorados mucho menos son genios, no hay vecina guapa, aquí la guapa vive con ellos; ningún sujeto le cuenta a sus hijos cómo conoció a su madre, no existe un casanova (bueno casi, éste es proyecto); no van a la escuela ni asisten a los choir clubs ni hay comediantes orientales y por si lo dudaban no se reúnen en cafeterías, no hay comida china o padres divorciados que viven en la casa de su hermano difunto.
New Girl es una serie recién estrenada, el martes 20 de septiembre en Estados Unidos, producida por FOX, y podría ser una las tantas apuestas en la apertura de la fall season americana, sin embargo, es diferente por una simple y sencilla razón: Zooey Deschanel.
Escrita por Elizabeth Meriwether (guionista de No String Attached), sólo bastaron tres capítulos para confirmar la realización de toda la primera temporada que consistirá en 24; el piloto ha sido el debut más grande de FOX en 10 años; no baja de los casi 9 millones de espectadores por episodio derrotando a Glee y considerando ya el cancelamiento premarturo de algunas series (The Playboy Club y Free Agents) o el poco empuje de las continuaciones de otras, va para éxito tipo Modern Family.
Parece un riesgo hasta el momento que por lo menos el 80% del peso de la serie caiga en Zooey tomando en cuenta que toda la historia gira entorno a ella y a su carisma, yo siendo un fan exacerbado de ella no me importa, pero las demás personas les podría aburrir o hartar por lo que espero la historia de los otros personajes se vayan desarrollando y Deschanel continúe personificando a Jess con la naturalidad que siempre la ha caracterizado.
Un último detalle es la incidencia, en los tres capítulos, que ha tenido la música, cada uno cuenta con una canción característica influyendo ya sea en el desarrollo o conclusión de la historia, ojalá no sea coincidencia y sea referencia, sería un gran detalle pintoresco.
A continuación una brevísima sinopsis de los episodios:
Pilot
Jess (Zooey Deschanel) les responde detalle a detalle a sus nuevos roommates el vergonzoso rompimiento de su relación de 6 años con Spencer (Ian Wolterstorff) ante la pregunta:
-Do you have any pets?
Una correcta presentación de los personajes, con continuos flashbacks ilustrando perfectamente la causa de sus problemáticas.
Schmidt (Max Greenfield) se nos presenta como el cuasiconquistador-arrogante-torpe, a pesar de que se esmera por caer mal es el más simpático de los tres.
Coach (Damon Wayans Jr.) el entrenador personal, carece de paciencia y no sabe cómo hablar con las mujeres.
Nick (Jake Johnson) el más centrado, la voz coherente del grupo y sentimental, no puede superar el rompimiento con Caroline (Mary Elizabeth Ellis).
Cece (Hannah Simone), es amiga de Jess y modelo.
Después de un objetivo debate es aceptada en el departamento, aunque los comienza a hartar por estar deprimida viendo varias veces Dirty Dancing (ESA CANCIÓN NO ES ORIGINAL DE LOS BLACK EYED PEAS POR SI LO PENSABAN) y deciden convencerla con la ayuda de Cece, a salir de cacería; mientras tanto Scmidt quiere ir a la fiesta de disfraces del año, Nick se puede reconciliar con su ex novia y Coach pues es su debut y despedida.
Kryptonite
Coach simplemente se fue, regresa Winston (Lamonrne Morris), un viejo amigo ex residente, de jugar basquetbol de Letonia y no podía faltar la calurosa bienvenida matinal de Jess. Después de un accidente, le exigen a Jess que vaya por sus cosas y principalmente por la televisión a su antiguo departamento, ella se resiste porque no quiere ver a Spencer. En su encuentro nos regalan una referencia espectacular de (500) Days of Summer en la banca del parque. Y Winston quiere recuperar su antiguo cuarto y liderazgo, ahora ocupado (ambas cosas) por Schmidt. Asimismo la conjunción de unos cuantos sombreros que convierten a Jess de una simple inquilina a una amiga para los tres hombres.
Wedding
Son invitados a una boda, y Nick le pide a Jess que sea su novia falsa, con la condición de que no se comporte como Jess, para darle celos a Caroline; Schmidt quiere conquistar a su añejo amor escolar, mientras es acosado por su típica sex friend en estos eventos, por su parte Winston tiene nuevo empleo en la boda como acomodador, sin embargo, tendrá que competir con un niño.
Todo está saliendo de acuerdo a lo planeado hasta que Jess deja de contenerse y vuelve a ser Jess, causando la depresión, miedo, enojo y llanto de los involucrados. Favor de no perderse la pista de baile más divertida que haya visto incluyendo un mimo Jackson y una inoportuna pero simbólica coreografía en una canción de Phil Collins.
La palabra miedo proviene del término latín metus. Se trata de una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo, daño real o imaginario, es un intenso sentimiento desagradable por la percepción de un peligro. Para Luc Ferry (ex ministro de educación en Francia) tener miedo es equivalente "a ser egocéntrico, totalmente cerrado a los otros, menos capaz de amar y pierde todo tipo de libertad de espíritu porque está preocupado, precisamente, por el miedo".
Esta cinta gira entorno a enfrentar esos temores que nos aquejan de una forma despiadada, está basada en uno de los cuentos del maestro del horror Clive Barker (creador de Hellraiser y Candyman), escrita y dirigida por el debutante Anthony DiBlasi.
Todo inicia con el encuentro fortuito de dos estudiantes de filosofía, Stephen (Jackson Rathbone) y Quaid (Shaun Evans), éste le propone hacer su tesis acerca del enfrentamiento a la bestia (así denomina al miedo). Stephen acepta y le pide ayuda a Cheryl (Hanne Steen), una editora, para realizar el documental. Las entrevistas a las personas comienzan, varias acuden para exponer sus casos, sin embargo, los resultados no son los esperados. Quaid quiere ver el drama reflejado en sus miradas no sólo historias de fobias a payasos, ratones o insectos; desea profundizar en su cabeza sentir que toca la bestia a través de otras personas y lo consigue cuando Cheryl expone su desgracia; es vegetariana debido a la asociación que hizo de su padre con la carne. Cuando era niña, su padre trabajaba en un rastro y abusaba de ella con el consentimiento de su madre por lo tanto al oler la carne (percibía el mismo olor cuando llegaba de trabajar su agresor), le creaba una repulsión y la misma sensación muy difícil de asimilar.
Quaid, una persona perturbada al presenciar el asesinato de sus padres cuando era niño, al escuchar la historia, siente que por fin está llevando el proyecto por el camino correcto así que decide estar a la altura de los miedos ajenos al suspender su tratamiento de decenas de antidepresivos; sus alucinaciones rememorando aquel traumático evento y la ambición de llevar el documental escolar al siguiente nivel aumentan. Por su parte Stephen, sufrió la muerte de su hermano mayor cuando tenía 15 años, a ciencia cierta no sabemos a qué le tiene miedo, acepta la proposición de Abby (Laura Donnelly) para ser entrevistada; ella tiene una marca de nacimiento que le cubre todo el cuerpo por lo cual es, presumiblemente, una portadora de traumas al por mayor. Por último llega Joshua (Jonathan Readwin) un joven que sufrió sordera durante 3 años cuando era niño, el temor de volver a padecer esa discapacidad lo persigue día a día.
Quaid pretende enfrentarse a la bestia a través de Cheryl, Abby y Joshua; de una forma sanguinaria los expone a sus más peores miedos, busca el origen de su terror, dejando en claro, que no le apetece que sus "conejillos de indias" superen a la bestia, sino todo lo contrario, quiere que ésta se los devore.
Dread es un film muy presuntuoso, muy apegado al cuento de Clive Barker esto se agradece, al establecer que el miedo es algo insuperable, una bestia que nos devorará cada vez que la enfrentemos así que es mejor no tentarnos a despertarla. Me parece arriesgado pensar que vivimos en un mundo tan fatalista como nos lo refleja la película, importándonos más la opinión de los demás que valorarnos como persona, convivir con el pánico como si fuera algo natural en lugar de enfrentarlo o llevar nuestros días afligidos pensando o imaginándonos que el terror aparecerá en cualquier momento, más pendientes de evitar lo que nos desagrada y no buscar lo que nos complace.
Ferry define al vencimiento del temor como "la libertad y la generosidad" ya que "la idea de los griegos era que la sabiduría es la serenidad que proviene del hecho de no tener miedo. El sabio es libre porque ha perdido el miedo y puede amar a los otros al ser libre".
Concuerdo plenamente con el también filósofo e investigador francés, por ejemplo, una persona que le tiene pavor al agua, algo muy simple, jamás podrá experimentar las sensaciones que se tienen cuando uno está en el mar, esa calidez, tranquilidad y la convivencia con la naturaleza no existirá en sus recuerdos, en conclusión no será libre, no podrá hacer lo que le plazca.
Las personas se pierden de experiencias por temer, como dije, a algo tan simple como el agua y así los miedos, ridículos o no, se acumulan como: al manejar, a los insectos, a la muerte, a los lugares cerrados, a las alturas, a las relaciones o al público; hay miles de miedos pero también miles de formas para enfrentarlos y superarlos.
Espectacular en: el planteamiento del argumento. Las escenas de Cheryl y Abby luchando con sus fantasmas internos, el ambiente tenebroso, bastante sucio que proyecta el director y los últimos 20 minutos. El final me pareció cruel pero muy ad hoc con la desesperanza que mostró DiBlasi en toda la película. El derramamiento de sangre exacto y preciso en el momento, considerando el tema que se trató pudieron abusar del gore.
Pudo mejorar en: el desarrollo de la película, tiene un ritmo lentísimo, los primeros 50 minutos se hacen tediosos, el desarrollo de Stephen es confuso no se sabe su función en la trama, nunca termina por ser ni el aliado de Quaid ni quien lo detendrá mucho menos qué bestia enfrenta. La constante repetición de pesadillas de Quaid abruman. Precisamente Shaun Evans no convence como el villano, es muy plano, le falta fuerza sólo en las últimas secuencias se mostró como el protagonista de la cinta que debió ser. Con un casting mucho mejor tal ves la historia hubiera dado un salto de calidad considerable. Anthony DiBlasi paga sin lugar a dudas lo novato, pudo convertir este thriller en una cinta de referencia y la dejó como algo que prometía, y únicamente cumplió en el final.
Pésimo en: la personificación que le dio Jackson Rathbone a Stephen, aunque la dirección ni el guión en su personaje tampoco le ayudo mucho, hace tiempo que no veía una actuación tan mala, mostró la misma expresión los 129 minutos que duró el metraje, aunque indagando más en el trabajo de este actor, observé que su gran papel ha sido en la serie de películas Twilight, sinceramente no sé qué personaje es o que incidencia ha tenido en tan "brillante" saga, sólo comprendí que tiene el nivel necesario para estar en ese tipo de películas porque en una película semi independiente donde no hay el presupuesto en efectos especiales ni la parafernalia, la actuación se tiene que dar no forzar.
Las escenas de Quaid tanto pintando como en el table dance, no tienen razón de ser, dando la impresión que se filmaron sólo para llenar la cinta.
Después de la larga espera a la que fuimos torturados todos los fanáticos de Gregory House, llega la última temporada de nuestro adicto favorito. A lo largo de siete años lo hemos visto:
Refinar sus modales, recibir disparos, estar involucrado en accidentes viales, hacer peligrosas despedidas de soltero, prescribir recetas falsas, despedir a su equipo, hacer un reality show para contratar a otro, ser novio de Cuddy.
Acostándose con prostitutas mientras su ex esposa está felizmente casada.
Sacando de la carcel a la trece, retando a Foreman, avergonzando a Taub, no asistiendo al funeral de Kutner, pidiéndole a Masters que se quede, ignorando a Chase y en una actitud paternalista con Allison.
Denigrar a un policía, enfureciéndolo al grado de que éste lo inculpa de traficante de drogas, obligándolo entrar a rehabilitación y escaparse a "lo House" de todas las acusaciones.
Humillar a Wilson, matar involuntariamente a su bruja maldita, provocandolo al grado de abandonar su carrera, contratar a un detective privado para seguirlo y re establecer su amistad por fin pidiéndole disculpas.
Entrar a un hospital psiquiátrico (por ver gente muerta), humillar a los pacientes y salir curado.
Durar casi una temporada sin tomar Vicodin.
Con el corazón roto y cortándose una pierna.
Twenty Vicodin
Finalizada la pequeñísima introducción tratando de actualizar a los distraídos, el pasado domingo se estrenó el primer capítulo de la nueva temporada con las grandes interrogantes de quién se convertirá en la nueva o el nuevo decano de medicina y administrador del Hospital Princeton-Plainsboro (Lisa Edelstein se marchó a la gran serie de abogados The good wife), quiénes serán el equipo de House seguramente en su antiguo departamento de diagnósticos y qué tan seguida será la participación de "la trece" (Olivia Wilde), recordando que Allison Cameron (Jennifer Morrison) se fue definitivamente y todos los demás integrantes sí seguirán.
Este estreno no da muchos detalles acerca de sus antiguos colabores, sólo nos explican, con pequeños detalles qué vida llevó en los 8 meses de encarcelamiento, apuntando que se siente como pez en el agua. Precisamente su condena es de 12, sin embargo, le otorgarán libertad condicional si tiene buena conducta durante 5 días; el capítulo es el recuento de cada uno de esos días hacia la libertad, con un pequeño problema llamado Vicodin, otra vez, incluido.
Sirvió como la presentación en sociedad de la doctora Jessica Adams (Odette Annable), se encuentra trabajando en la enfermería pasando desapercibida hasta que el irónico House ignora a un preso mandándolo con ella para que lo atienda. House trabaja limpiando los baños y también el sitio de Adams, y sólo bastó (como siempre) con oír su diagnóstico erróneo para que él tenga esa conexión como con su equipo de trabajo. El Dr. Sykes (Thom Barry) impide el tratamiento fuera de las normas establecidas que House le quiere dar, Gregory puede perder la libertad si sigue adelante y la doctora su trabajo por no detenerlo.
Gran inicio, grata sorpresa con la nueva doctora y un House idéntico, la gran pregunta que nos deja: ¿le quedarán amigos?
This is a story of boy meets girl, but you should know upfront, this is not a love story.
Como bien nos lo advierte el narrador, no es una película de amor; es un retrato frío, sincero, irónico, a veces cruel sobre la relación (me ahorro la etiqueta) de Tom (Joseph Gordon-Levitt) y Summer (Zooey Deschanel), reservándose la fantasía y optimismo barato de Hollywood para otra ocasión.
Los 500 días con Summer son narrados de una forma no lineal (siempre apareciendo el número del día a que se hace referencia), empezando por el día 488 cuando los protagonistas están tomados de la mano en su lugar favorito de la ciudad.
Tom es un joven arquitecto que se gana la vida en el creativisimo trabajo de escribir tarjetas de felicitación; la tranquila y cómoda vida a la que está acostumbrado se cimbra cuando conoce a la nueva asistente del jefe, Summer. Se obsesiona con ella al inventarse historias, se deprime al pensar que está con otro y nunca le va hacer caso, y se entusiasma al saber que tienen cosas en común.
Esa relación de "amigos" va fluyendo mejor de lo esperado, hasta que una de las partes quiere dar el siguiente paso, mas ocurre lo contrario, ella siempre ha sabido lo que quiere, ése es el principal problema, mientras él pretende atraerla a su romántica visión; desafortunadamente las dudas nunca desaparecen de la mente de Summer y pronuncia las peores palabras para alguien enamorado "todavía quiero que seamos amigos".
No precisamente ocurre esta escena en las fotocopiadoras, pero la división de pantallas utilizadas en el film de expectación y realidad representa los acontecimientos que ocurren en nuestra mente todos los días; la aspiración de prefabricar la escena deseada una y otra vez como si en realidad con pensarlo tantas veces fuera a suceder, para nuestra pésima suerte (mientras más altas son las expectativas más dura es la caída) la realidad no se diseña, no se escribe tampoco se dibuja, simplemente sucede. Y Tom chocó con la verdad por lo que le acarreo una depresión y crisis existencial terrible, recomiendo para salir de tan precaria situación, hacer las mismas acciones de Tom, hacer lo que te gusta y decir lo que se siente y no utilizar las palabras de otros para expresar tus sentimientos.
Algunos como el personaje magistralmente interpretado por Joseph Gordon-Levitt buscan y esperan con ansias conocer a la persona adecuada para ser verdaderamente felices, una visión muy romántica de la vida, sin embargo los otros, como yo, no tenemos esa creencia de ilusionarnos por esa anhelada "otra mitad", se es feliz también acompañado de la soledad, aunque sinceramente por este tipo de películas, no digo que me cambió la vida ni mucho menos pero después de desilusiones tipo Summer Finn a cualquiera nos gustaría, no importa si solo es una vez, coincidir con el verano un 8 de enero o con el Autumn un 23 de mayo.
Un último apunte, es recordarles para este humilde comunicólogo, la banda sonora del film, es una de las mejores que haya escuchado (incluyendo a todas las de Quentin Tarantino, A Clockwork Orange, Requiem for a Dream, Trainspotting, son algunas que vienen a mi mente y por supuesto están en mi Top) porque imprime en la historia cada momento exacto para una canción en común; por ejemplo teniendo como fondo You make my dreams el día siguiente de Tom cuando se cumple su sueño de pasar la noche con Summer creando un enternecedor musical perfecto o a Simon & Garfunkel cantando estos versos en los recuerdos de Hansen cuando estuvieron juntos:
Time it was
and what a time it was
it was a time of innocence
a time of confidences
Long ago, it must be
I have a photograph
preserve your memories
they're all that's left you
Gracias al soundtrack, personalmente, pude conocer a bandas que ahora están en mi biblioteca musical; imperdonable no saber de Morrissey y sus Smiths, del viejo sintetizador de Hall & Oates al nuevo de The Temper Trap, el brit pop de los Doves, el pop melódico de Regina Spektor, sin olvidarme del hardrock de Wolfmother y particularmente de dos de mis agrupaciones folk favoritas: una canadiense (ex miembro de Broken Social Scene) llamada Leslie Feist, siendo principalmente reconocida por su apellido; y de She & Him, dueto conformado por Zooey Deschanel y Matthew Ward.
Espectacular en: (está demás decir que en la edición, guión y banda sonora verdad), el trabajo del director, los actores, especialmente los protagonistas y Rachel, personificada por Chloë Grace Moretz, a pesar de su corta edad da una muestra de madurez siendo la voz coherente de la historia. Y en las escenas en el Ikea.
Pudo mejorar en: el amor, desafortunadamente no existen los milagros, habrá quien crea todavía en Santa Claus.
Pésimo en: lo acontecido en la fiesta de ..... de Summer y como Tom desafortunadamente asiste a la realidad, al fin al cabo todos nos hemos topado con una Summer Finn.
Mención aparte del hurto de argumento que hace Hollywood con cintas como No strings Attached y Friends with Benefits