Un grupo de universitarios van rumbo a acampar, y se topan con un par de hillbillies mal encarados a primera vista, pero inofensivos; Tucker (Alan Tudyk) y Dale (Tyler Labine) se detienen en una tienda a mitad del camino para comprar lo necesario ya que van a remodelar una vieja cabaña que acaba de comprar Tucker, también irán de pesca al lago cercano; los jóvenes vuelven a encontrarse con estos dos, ocasionándoles paranoia y temor, los rechazan de inmediato principalmente a Dale que quiere acercárseles. Ya de noche, instalados a mitad del campo, algunos estudiantes deciden refrescarse en el lago próximo, Allison (Katrina Bodwen) se resbala en una piedra golpeándose la cabeza cuando quiere entrar a nadar, pierde el conocimiento, el accidente lo observan Tucker y Dale a la distancia al estar pescando en su lancha; Dale ante la negativa de su compañero la sube a su transporte llevándola a la maltrecha cabaña; dos de sus amigos observan la acción confundiendo el rescate con un secuestro. La histeria se apodera de ellos, sobre todo, al escuchar previamente la historia de Chad (Jesse Moss), acerca del memorial de la masacre, se refiere al hecho acontecido hace 20 años, cuando un grupo similar al suyo fue brutalmente asesinado por un tipo con el mismo aspecto de los "secuestradores" de Allison, sólo una mujer sobrevivió. Las cosas empeoran en demasía al combinarse un incidente de Tucker con un panal de avispas y su repentina e involuntaria persecución a los universitarios, provocando la extraña muerte de uno de ellos, mientras tanto Dale y Allison pasan el tiempo con un juego de mesa. El par de amigos opta por buscar a los esquizofrénicos colegas de Allie, dejando el mensaje ambiguo: "tenemos a su amiga". Tal aseveración hace que Chad convenza a los suyos de rescatar a Allison de sus captores, sin escuchar razones que le valgan, originando: el secuestro de un perro, la amputación de dos dedos, el incendio de una cabaña, el descubrimiento de un obscuro pasado y más muertes tan ridículas como innecesarias.
Primer, y única, película dirigida por Eli Craig, en su cast abundan los actores que han hecho una carrera en las series; Tyler Labine de apoco ha ido despuntando, sin embargo, los grandes papeles (en Rise of the Planet of the Apes) llegaron por sus trabajos previos en series de comedia que apuntaban en grande pero fueron cortadas de inmediato (Mad Love, Son of Tucson) y otras de culto (Reaper). Por su parte, Alan Tudyk ha enfocado su trabajo en el doblaje en películas animadas (Ice Age, Alvin and the Chipmunks), juegos de vídeo (Halo 3) y series animadas (Good Vibes), asimismo actualmente está en Suburgatory, una serie de comedia de la ABC, sin olvidarme de aquel personaje con complejo de pirata que formaba parte de un equipo de quemados en DodgeBall. Y Katrina Bowden apenas ha iniciado su andar en la actuación con papeles secundarios en series y cintas de comedia (30 Rock, Sex Drive y A True History) incluso ha sido protagonista de otros metrajes sin nivel alguno (Ratko: The Dictador's son y The Shortcut).
La conjunción de estos tres actores, creando una química bastante interesante, hicieron de la producción canadiense del 2010 una propuesta fresca, alternativa y toma el guante dejado por Shaun of the dead en cuanto a creatividad y sátira de las películas de terror. En este caso, se muestra claramente el estereotipo de las del género Slasher, el cual es muy simple: un psicópata asesina brutalmente a un grupo de jóvenes. Ejemplos hay muchos, Friday the 13th, House of Wax, The Texas Chainsaw Massacre, Halloween, Bloody Valentine hasta el clásico de Wes Craven: Scream.
La valía de la cinta en cuestión es prácticamente burlarse de las víctimas, aquellos estudiantes que a lo largo de 90 minutos como mínimo luchan por sus vidas de manera instintiva; nominalmente son los protagonistas, en Tucker & Dale parten a un segundo plano, no sus prejuicios y el par de sureños luchan contra esos tabúes para poder pasar tranquilamente las vacaciones en su cabaña.
Espectacular en: el argumento del guión, también escrito por Eli Craig, los diálogos son inocuos y completamente estériles pero la idea, la intención es original. El ritmo de la cinta. El entendimiento de sus carencias, en lugar de tratar de taparlas, el director no sólo hace que se noten sino hasta juega con ellas por lo que el uso de recursos es sumamente variado, y con muy poco logra convertir lugares comunes en situaciones poco sui géneris; y precisamente las escenas de todas los homicidos-suicidios son por mucho, lo mejor de la película.
Pudo mejorar en: el final, todo iba perfecto, introducción buena, desarrollo interesante y frenético es más la historia del memorial de la masacre fue un punto interesante para complementar el pánico inexplicable que les provocó Tucker y Dale, sin embargo, al querer cerrar el film con ese famoso mito me pareció un tanto forzado, a mí parecer era preferible seguir con esa demencia espontánea y no querer justificarla necesariamente, sobre todo en las acciones de un estudiante en particular.
Pésimo en: es difícil mencionar algo, todo está en su lugar correcto: el inocente Dale, el práctico Tucker, la ingenua, sexual y cara bonita Allison, inclusive el papel de los universitarios siendo estúpidos les queda perfectamente bien.
Le doy un: 9