Lisbeth Salander (Noomi Rapace) lleva más de un año fuera de Suecia, viajando por el mundo administrando el dinero obtenido gracias a su profesión y la herencia dejada por su madre; regresa a su país natal haciéndole una visita a Nils Bjurman (Peter Andersson), quien es el tutor que la chantajeaba económicamente y con escribir buenos informes por satisfacer sus impulsos sexuales, después de que le tiende una trampa, se lo quita de encima; la joven hacker, al no hallar los informes de los meses anteriores lo vuelve amenazar, también le recomienda que no se quite las huellas de su último encuentro sino lo lamentará. Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist) con el consejo editorial de la revista Millennium aceptan a un nuevo colaborador, se trata de Dag Svensson (Hans Christian Thulin), un periodista que prepara un artículo acerca de la trata de blancas que hacen en Europa del Este con las jóvenes, ya tiene varios clientes, los cuales son poderosos política y judicialmente en Suecia. Svensson decide festejar con un viaje el más reciente libro de su novia criminalista sobre el mismo tema tratado por él, no sin antes, pedirle a Mikael que vaya por unas fotos para la publicación con su colaboración en la revista, haciendo especial énfasis en el desconocimiento de Zala a quien todavía no puede identificar, siendo nombrado por la mayoría de los entrevistados; cuando llega al departamento de la pareja se encuentra con un alboroto en el edificio, entra encontrando sus cadáveres con sendos disparos en la cabeza. La policía localiza en la escena del crimen el arma de Bjurman, con huellas de igual forma de Salander, de inmediato los comienzan a buscar para esclarecer los hechos; al arribar a la casa del abogado tutor de Salander, yace en la cama de su cuarto muerto por lo que ahora ella es la principal sospechosa. Asimismo Mikael, después de no tener contacto con ella en el tiempo que estuvo fuera de Suecia, quiere su paradero para ayudarla y demostrar su inocencia, empieza una investigación al concluir que el asesino es uno de los implicados en el escándalo que se desataría por la publicación del artículo de Svensson, entrevista a Gunnar Björk (Ralph Carlsson) jefe de la policía asiduo cliente, también a amigos de Salander y a su viejo tutor, que podrían deducir sus movimientos o darle respuestas. Por su parte la ahora presunta asesina de tres personas, hace su pesquisa interrogando, a su modo, a otro cliente, éste le informa que el principal proxeneta y traficante de drogas lo conocen como Zala. Por fin Salander se pone en contacto con Mikael, con el objetivo de averiguar la identidad de Zala, él es la clave de su inocencia. Al saber quién es Alexander Zalachenko (Georgi Staykov) se esclarecerán el por qué de los asesinatos, y lo más importante, qué conexión tienen Bjurman-Björk-Zalachenko-Salander.
Flickan som lekte med elden, es la segunda parte de la trilogía denominada Millenium escrita por Stieg Larsson. El cambio de director, la secuela es dirigida por Daniel Alfredson, se nota de inmediato, es menos obscura aunque en ésta se vuelve mucho más explícito el sexo y la violencia, que de igual forma fue tratada en la primera parte pero no se muestra como lo hace Alfredson. Cabe recalcar que en la película en cuestión se descubre todo el pasado de Lisbeth Salander, de nueva cuenta en una segunda parte de una serie de cintas (Star Wars, Kill Bill, Saw) es donde se describen los orígenes de las problemáticas de los protagonistas, en este caso, por qué Salander en su infancia quema a un hombre, lo que le lleva a permanecer encerrada en un centro psiquiátrico obligada a ser supervisada por un tutor en su salida, cuál es su familia, en general se ve un lado más humano de ella, no la psicópata de The Girl with the Dragon Tattoo. La relación con Mikael, jamás lo había visto en cuanto a protagonistas que gire la historia a su alrededor, es distante pero a la vez cercana y curiosamente en los más de 124 minutos de duración, el esperado encuentro dura 3 minutos.
Espectacular en: la dirección, es otra forma de retomar la historia, más vertiginosa, audaz, dura, con mayor acción, la primera comparada con su secuela fue más light. Noomi Rapace con otra inolvidable actuación. Y el cambio de guionistas a sólo uno por dos de la antecesora; Jonas Frykberg no deja ninguna pregunta sin resolver, compagina todo de forma extraordinaria sin necesidad de que la cinta dure casi tres horas.
Pudo mejorar en: Michael Nyqvist, estuvo al margen y si en la primera estuvo a la par siendo un poco apocado por Noomi Rapace en esta nueva entrega es totalmente arrastrado por la actuación de la otra protagonista.
Pésimo en: ....
Le doy un: 9.5
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