Jess previene un kit con todo lo necesario (que incluye una caja con decenas de condones) para saciar los deseos de la "little Jess" y una buena oportunidad es el día de San Valentín para una cita de una noche sin conexión emocional, dos de los gurús en esos menesteres son Cece y Schmidt que deciden acompañar a la decidida inquilina. Nick, por su parte, aspira a tener una cita sin los reproches y desilusiones de su antigua novia, junto a Julia compran toda la parafernalia necesaria para un 14 de febrero perfecto. Y por último, Winston obtiene la cita que tanto anhelaba con Shelby en su casa. Todas los encuentros se tuercen de una manera inimaginable por lo terrible de sus situaciones: Jess no encuentra a su fuck-body a pesar de los sabios consejos de sus acompañantes, es más, uno la abandona ya que Cece recibe a Kyle (Stephen Amell), su novio drogado, llevándosela para tener una velada llena de sudor, y ella parece claudicar en su tarea si no es por Oliver (Ryan Kwanten) de quien no tiene nada en común invitándola a su casa con Schmidt de chofer y chaperon; al llegar Nick al despacho de su novia abogada tendrá que esperarla con Cliff (Clark Duke), el becario de ésta, por sus diversas ocupaciones, a Nick no le quedará otra cosa que destapar la Champagne con Cliff; una sorpresa igual de desagradable es la vivida por Winston en casa de Shelby, quien está con otras 3 amigas y no en una posición sugerente sino en una típica reunión.
Si ya manifestaba mi inconformidad por los capítulos navideños en The 23rd, los que son dedicados a la fecha más comercial del todo calendario tienen un efecto vomitivo en mi persona; realmente nunca he entendido el por qué del festejo de un día para el "amor y la amistad", brillante el genio que lo instauró, pagaría cualquier cantidad de dinero por escuchar sus simpáticas razones. No le veo el caso regalar corazoncitos en toda clase de materiales con el objeto de decirle a una persona algo, habrá quien sí lo hace, sus causas, sus niveles comerciales y de cursilería e hipocresía tendrán. Luego del pequeño exabrupto sufrido, el episodio en cuestión trae una situación o tal vez dos que pueden tener repercusión en el esperado (al menos por mí) final de temporada, ambas incluyen a Schmidt (curiosamente) que pudo acabar con sus amigas en la misma noche por lo menos se dio el tan esperado encuentro con una.
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