Geum-ja Lee (Yeong-ae Lee) se inculpa de un crimen que no cometió a pesar de la incredulidad del detective Choi (Il-woo Nam), confiesa que fue autora del secuestro y asesinato de un niño de cinco años; ella tenía 19 años, abandonó la escuela, y ya era madre de una niña de menos de un año. Dentro de la prisión conoció a varias reclusas, a las cuales les hacía constantes favores, todas la conocían bajo el apodo de "la bondadosa", capaz de darle consejos y consolar a una joven prostituta que mató a su proxeneta, de donar un riñón a una ladrona de bancos por sus padecimientos renales, de ayudar a otra que sufría abusos y de cuidar a una vieja anciana con Alzheimer quien en su juventud era espía. También llamada "bruja" por asesinar a una presa conflictiva que atormentaba a las demás. De igual forma, maravilló a un predicador (Byeong-ok Kim) para ver reducida su condena, y a un panadero que daba clases en la cárcel. Su condena fue de 13 años, al conocer la libertad buscó a todas aquellas que gozaron de su "bondad" para materializar el plan que pensó durante su encierro, sus compañeras acceden a las exigencias de la ya treintañera, cada una de ellas forman parte del engranaje llamado venganza. El receptor de ese odio, Mr. Baek (Min-sik Choi), solía ser su maestro y seguía dando clases de inglés en escuelas de clase alta, fue realmente el secuestrador de Park Won-mo. Geum-ja Lee después de rechazar al predicador buscó a Mr. Chang (Dal-su Oh) para pedirle empleo en la pastelería, el dueño no se puede negar y le presenta a Geun-shik (Shi-hoo Kim), el ayudante, aún adolescente, de inmediato acepta las insinuaciones de "la bondadosa" con quien inicia una relación. La vengadora luego de cortarse un dedo como símbolo de redención ante la mirada incrédula de los padres de Park Won-mo, por fin, localiza a su hija de casi 14 años, Jenny (Yea-young Kwon) se encuentra en Australia, el viaje para el reencuentro es intantáneo, aunque su comunicación es imposible al no poder hablar inglés, su hija quiere conocer Seúl y la chantajea para poder cumplir su objetivo. Ya en Asia por poco son atrapadas, sin embargo, logran escapar y Geum-ja Lee tendrá una decisión infranqueable: ¿sólo ella impartirá justicia o la compartirá con las personas que también sufrieron por la doble vida de Mr. Baek?
Último eslabón de la "Trilogía de la Venganza" de Chan-wook Park, donde por primera vez en su carrera como director, le da el rol protagónico a una mujer; el resultado es por de más positivo y reconocido, Yeong-ae Lee ganó en el: SITGES (Festival de Cine Internacional de Cataluña), Blue Dragon Awards, Cinemanila International Film Festival y Baek Sang Art Awards, el premio como mejor actriz. En esta oportunidad la cinta no fue galardonada en Cannes pero sí en el Festival de Cine de Venecia, ganando el "CinemAvvenire" Award y el Little Golden Lion.
El realizador ya tiene una fama que trasciende más allá de las fronteras de su país, al punto de ser llamado "El Tarantino del cine coreano", por la violencia encontrada en sus films; el apodo no me lo parece exagerado, sin embargo, tampoco describe su obra del todo, sí hay similitudes -amén de la violencia- con las tomas tan descriptivas, la caracterización de los personajes y escenarios poco sui géneris, la edición y la selección de la banda sonora; no en la confección del guión o en los diálogos, por ejemplo Tarantino es más coloquial y desenfrenado, Chan-wook Park muestra una profundidad inmensa, prácticamente la historia narrada es como presenciar una lección de Freud o Nietzsche.
Sympathy por Lady Vengeance, ha sido la que menos entusiasmo generó entre el público de las tres partes, no obstante, creo que el listón dejado por sus dos predecesoras fue muy alto y la cinta en cuestión no es que haya estado al nivel sino que muestra otra cara del argumento expuesto: la venganza. No tiene el drama de la primera o la vehemencia de la segunda, cuenta en contra parte con ese rasgo que busca el director, es decir, intenta "Expresar el dolor y el miedo; el miedo viene antes que la violencia, porque no sabes cuando aparecerá, y el dolor llega de forma directa después", esto respondió en el 2009 en una entrevista para el The Guardian británico. La película nos enseña la ambivalencia del comportamiento, claramente refleja que una persona no puede actuar sin algún estimulo, parece ser, siempre (me incluyo, sería de hipócrita decir que alguna vez no lo haya hecho) el interés será más importante que la voluntad. Y usando a la gente de su alrededor, Geum-ja Lee, se convierte en una anti-heroína al más puro estilo de Dexter, y no únicamente se venga sino ofrece la revancha a quien quiera tomarla. Sería interesante, observar qué posición tendríamos al ver el culpable de nuestra desgracia inmovilizado y nosotros con la oportunidad de hacer lo que quisiéramos con él, seguramente el 100% realizaría lo visto en el metraje.
Espectacular en: la dirección y el guión de Chan-wook Park. La fotografía es la más estética, por el juego de texturas y colores, de las tres. La edición, puede ser que confunda a las personas pero la presentación de todas las presas y su relación con Geum-ja Lee es tan creativa como sublime. La banda sonora. La actuación de Yeong-ae Lee, sí es un ángel, también es una bruja. La versión del director tiene un detalle pintoresco, ya que al transcurrir de la misma se va degradando el color de la imagen hasta que en los últimos momentos se torna a un blanco y negro, asimismo Chan-wook Park refleja en la intensidad del color el grado de las emociones: contrasta la luminosidad en la prisión con la palidez grisácea en la escuela; en la otra versión, la normal, no ocurre estos fenómenos. Que todos los personajes protagónicos del director contaban con una peculiaridad física que recordaba su carga, su castigo, en fin su venganza: Dae-su Oh en los tatuajes que se hizo en las manos, Geum-ja Lee la sombra en los ojos (o hasta el dedo cortado) y Ryu en el riñón extirpado.
Pudo mejorar en: nada.
Pésimo en: ...
Le doy un: 10
No hay comentarios:
Publicar un comentario