domingo, 5 de febrero de 2012

Oldboy. La venganza es una bestia, la bestia de la venganza

Dae-su Oh (Min-sik Choi) es arrestado por emborracharse en la calle, su amigo No Joo-hwan (Dae-han Ji) paga la fianza; ese día es cumpleaños de la hija del primero, por esa razón se detienen en una cabina telefónica para felicitarla, cuando deja el teléfono el padre es el turno de los saludos de su acompañante, al acabar se percata que está solo; Dae-su Oh yace en el piso de un cuarto de hotel, no sabe el por qué de su encierro, los días pasan hasta convertirse en meses, la desesperación abunda, la impotencia lo invade. Al cumplirse un año, ve a través de su único amigo y amante (la televisión) que su esposa ha sido asesinada, en la escena del crimen encontraron sus huellas, es el principal sospechoso al estar desaparecido. Para mitigar su rabia escribe un diario acerca de todas las equivocaciones que ha cometido numerando a las personas que les ha hecho daño, al ser un mujeriego empedernido. A parte de su hobbie literario, dedica su tiempo al entrenamiento físico imaginario, golpeando las paredes y poniéndose en forma, hasta que un gas somnífero emerge del piso, los secuestradores entran para cambiarle la ropa, cortarle el cabello y tomar objetos con sus huellas. Así transcurren 15 años, Dae-su Oh logra hacer un hoyo, sabe que su salida es próxima, luego de una noche es sometido a una sesión de hipnosis; al amanecer está en la azotea del edificio paradójicamente con un suicida, él está a punto de comenzar una nueva vida mientras otra persona intenta arrancarse la suya. El recién liberado, instintivamente va a comer a un restaurante cercano, posteriormente de un encuentro con un extraño que le da una billetera con dinero y un celular; la joven cocinera Mi-do (Hye-jeong Kang) lo atiende, al terminar sus alimentos recibe una enigmática llamada, parece ser de su raptor; se desploma en en la barra ante la mirada incrédula de Mi-do, quien lo lleva a su departamento; como permanece inconsciente durante algún tiempo, la joven tiene la oportunidad de leer el diario del hombre en cautiverio. De inmediato se enamoran a pesar de la diferencia de edad, incluso le ayuda en su búsqueda con, el viejo amigo del mujeriego, No Joo-hwan; consiguen encontrar el supuesto paradero de su hija, quien fue adoptada por una pareja de suecos y a las personas, que son una organización criminal, que lo encerraron, el jefe es Park Cheol-woong (Dal-su Oh) y le da el nombre del cliente que solicitó de sus servicios. Se trata de Woo-jin Lee (Ji-tae Yu), un magnate y dueño de una empresa trasnacional. Después de 15 años por fin están frente a frente, Dae-su Oh puede vengarse del sujeto que lo encerró sin razón aparente, sólo que Woo-jin Lee condiciona el posible castigo recibido, le pregunta al rencoroso sujeto si lo conoce, si sabe el por qué de su encierro, asimismo le da la oportunidad de matarlo sin resolver estas preguntas, tampoco lo puede torturar al estar enfermo del corazón; la curiosidad suplanta al enojo, por lo que acepta la condición de Woo-jin Lee, en un plazo de 5 días, tiene que responder esos cuestionamientos sino matará a Mi-do, la mujer que ama; el millonario si recibe las respuestas correctas hará explotar su corazón como recompensa hacia Dae-su Oh.   


La película más galardonada de Chan-wook Park, alcanzando un total de 17 premios y 11 nominaciones en diversos festivales: ganadora del Gran Premio del Jurado y siendo también nominada a la Palma de Oro (en Cannes), obtuvo el reconocimiento como mejor película y el José Luis Guarner Critic's Award (en el SITGES). Y demás entregas de premios como: en la Golden Trailer Awards, consiguiéndolo en la categoría de Mejor Trailer de Acción Extranjero, en los Premios al Cine Británico Independiente ganando como Mejor Película Extranjera y triunfando en su país, en los Grand Bell Awards, obteniendo 5 laureles (Mejor Actor -Min-sik Choi-, Mejor Director, Mejor Edición, Mejor Iluminación y Mejor Película). Esta cinta consagró al realizador sudcoreano, Chan-wook Park ya sería considerado como un director de culto, Oldboy, su obra maestra, por supuesto ya es etiquetada como tal; en ella logró plasmar todo lo que describe su obra cinematográfica y esbozó en su trabajo previo (Sympathy for Mr. Vengeance) al mostrar: el sufrimiento, dolor y la culpa en toda su expresión, su justicia innovadora -la venganza-, imágenes crudas y distorsionadas, un ambiente desolador y la violencia en todo su esplendor sobreexpuesta con un gore estéticamente implícito.    


La segunda entrega de su auto denominada "Trilogía de la Venganza", está basada en el cómic del mismo nombre de Nobuaki Minegishi; contraria a la primera parte, no hay largas secuencias, la narrativa de la historia es frenética, acción y violencia por doquier. Una cita, entre varias, de la película la describe perfectamente: 
"No importa si es una roca o un grano de arena, en el agua se hunden al mismo tiempo"
La venganza, en esta oportunidad, no importa si fue causada por una indiscreción o hacerle un daño gigantesco a alguien, lo vital, lo trascendente, es lo que haya originado esa acción. Si en la precedente era la sanación, porque se concebía como un último recurso, en Oldboy se convierte en una justificación para vivir. Se torna como todo un proceso, es observar el sufrimiento psicológico y físico del culpable, arrebatarle lo que ama, mantenerlo con vida para presenciar su pena desde la primera fila, prácticamente se transforma en un juguete, en un acto de entretenimiento. La única razón que tiene para vivir el titiritero es ver el dolor que siente su marioneta y cuando por fin aprecia la culpa en sus ojos, se queda sin pretextos para permanecer en este mundo. Así es, como podrían deducir la venganza en cuestión no es del protagonista, sino del enemigo, él lo crea, hace una bestia a su medida.    


Espectacular en: la dirección y adaptación que hace Chan-wook Park, y que decir de su variedad de tomas como la cenital, es un rasgo intrínseco en su trabajo. La banda sonora, la edición, la fotografía. Las actuaciones de: Hye-jeong Kang como la ingenua Mi-do; Ji-tae Yu en su trabajo como Woo-jin Lee siendo la mente maquiavélica del Thriller; y obviamente Min-sik Choi, encarnando a la bestia Dae-su Oh, su performance ya tiene un lugar en la historia del cine asiático. Es un metraje que nos da varias acciones ya icónicas en la memoria colectiva de los que nos gusta el cine, en sí todo lo que conforma Dae-su Oh, su famoso martillo, su lengua, sus tatuajes en las manos, la pelea que tiene en el pasillo del hotel, no exagero si afirmo que está al nivel de Alex (Malcom McDowell) de aquella obra de arte llamada Clockwork Orange de Stanley Kubrick. Los momentos finales, donde Dae-su Oh y Woo-jin Lee se confrontan, son impresionantes de una carga emocional electrizante, se siente en el ambiente la culpa de uno y el cinismo del otro para llegar al momento cumbre, uno de los desenlaces más estremecedores que recuerde.    


Pudo mejorar en: nada, es perfecta.

Pésimo en: la necedad de Hollywood de hacer remakes, el año pasado los rumores prácticamente confirmaban a Spike Lee como el director de la versión estadounidense después de especular durante meses que Steven Spielberg iba a ser el encargado, así como Will Smith en el rol de Dae-su Oh, sin embargo, parece ser que la bestia será Josh Brolin; y en el rol antagónico, el millonario Woo-jin Lee, han pasado varios nombres: Christian Bale, Colin Firth y Clive Owen.    

Le doy un: 10

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