Jess hace una especie de servicio social al guiar a unos chicos en su grupo de campanas llamado "Ensembell", en lugar de que éstos reciban su reprimenda; son un desastre hasta que Winston, sin saberlo, toma las campanas y hace música, la inquilina le pide ayuda a su compañero, debido a su ego decide asistirla. Nick es el arregla-todo de la casa, sin embargo, es recriminado por Schmidt, quien le reclama sus métodos tan poco ortodoxos para componer las cosas; esta discusión surge después de que una de las chicas no sabe el truco de la taza del baño y opta Schmidt en contratar un fontanero para repararlo, hiriendo los sentimientos de Nick. Estos entran en una guerra de la persona que ha comprado todo lo de la casa se lo veta al otro, y el que ha reparado las cosas dentro de la misa decide desarreglarlo para desquitarse. La situación en "Ensembell" no es la mejor tampoco, Winston al ser despedido de su demandante empleo temporal quiere que todo salga perfecto con las campanas, siendo cruel con los jóvenes, Jess un poco celosa lo saca de la agrupación por culpa de Eye of the tiger.
Este séptimo capítulo es bastante entretenido, nos enseña un talento oculto de Winston, la labor altruista de Jess y, lo más sobresaliente, la pelea entre Nick y Schmidt, donde a uno le dicen la cruel verdad, después de este percance y las duras palabras recibidas ¿la amistad seguirá siendo la misma? o ¿el quinteto de Jess logrará la interpretación correcta del tema de Rocky?.
En conclusión, la serie se mantiene en su nivel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario