martes, 27 de septiembre de 2011

Eternal sunshine of the spotless mind, el olvido como cura

- Why do I fall in love with every woman I see who shows me the least bit of attention?
- If only I could meet someone new. I guess my chances of that happening are somewhat diminished, seeing that I'm incapable of making eye contact with a woman I don't know. 

Son algunas perlas de Joel Barish, interpretado por Jim Carrey, un personaje tan pálido como la rutina que reflejan sus actitudes; hasta que conoce a Clementine Kruczynski (Kate Winslet) en una fiesta de amigos en común, ésta le impregna el color a la tonalidad grísea de Barish con irreverencias, descontrol y diversión. Por fin siente la sangre fluir, siente que podría morir en ese momento, sólo se encuentra feliz, algo que nunca había sentido antes, lo dice cuando están acostados en el congelado lago Charles con su pequeña tangerine a lado, una postal digna para cualquier sueño hecho realidad con la persona amada, en el momento y lugar correcto.

Con la misma fugacidad que apareció el amor, se desvanece al convertirse la aventura en una relación seria desquiciando a Clementine al verse dentro de la misma, el aburrimiento la empieza abrumar y su chispa, poco a poco, ésa que maravilló a su incipiente compañero, la torna en molestia, en continuos reproches, porque quiere sentirse libre y Joel la arrastra a su palidez emocional.

Mientras tanto el destinatario de los enojos, se muestra desorientado ante los constantes cambios de humor de ella, reflejados en su color de cabello, su inseguridad que lo protegía felizmente en su soledad ahora es un lastre que ya no aguanta. 

Después de una de las salidas nocturnas de su amada tangerine decide cortar por lo "sano" en una reacción iracunda llena de sinceridad; derivando el rompimiento, y en una visita de Clementine a la clínica Lacuna Inc., donde le borraran todos los recuerdos sobre Joel Barish. Una acción más, demostrando lo imprevisible de las reacciones ante el rechazo, y cómo pueden llegar afectar las palabras provocando heridas tan punzantes como si fuesen cuchillos.

El afligido y arrepentido novio, busca el perdón, sin embargo la nueva señorita Kruczynski lo desprecia involuntariamente; por lo que busca respuestas con sus amigos y estos le dicen la verdad. Ahora el nuevo despechado busca su revancha y toma idéntico tratamiento con el Dr. Mierzwiak (Tom Wilkinson).

Cómo borrar recuerdos en tres sencillos pasos:
  1. Hacer una lista de todos los defectos de tu pareja, citar los peores momentos que te ha hecho pasar y demostrar tú superior valía menospreciándola/lo en todo momento.
  2. Mandar un memorandum a todos tus amigos recomendando omitir el nombre de la persona en cuestión en todo momento y no hacer mención acerca de todas las actividades que la involucren o haya involucrado.
  3. El más difícil, buscar una clínica especializada que cuente con el equipo adecuado y personas calificadas para tan importante empresa: rastrear los recuerdos mientras duermes y borrarlos en cuestión de segundos como si se tratase de un amigo o el estado sentimental en Facebook.
Todo iba conforme lo planeado, mas no se esperaban de la repentina negativa de Joel cuando se enteró de lo que se llevaban no eran simples recuerdos de una mujer, eran los instantes más felices de su existencia, la cura a la que optó era la más simple, la menos dolorosa, cómo iba a llorar a alguien que no lo había hecho sufrir y cómo iba a extrañar a esa persona con lo que no compartió nada. En definitiva era demasiado tarde, así que, valga la expresión "se despertó en su sueño" para inventarse recuerdos nuevos que incluyeran la naranjada cabellera de Clementine. 

La obra maestra de Michel Gondry se transforma en una persecución, cualquier alusión de la exonerada novia es borrado en seguida, Barish se remite hasta los instantes más bochornosos de su infancia para hacerle un lugar; todos los recuerdos son inválidos al Dr. Mierzwiak logrando cumplir su objetivo.

El final no lo revelaré, aunque a estas alturas es imperdonable para los cinefilos no haber visto esta película, pero sí hago mención que el destino nos hace tropezar con la misma piedra una y otra vez; y esas enseñanzas nos harían madurar en teoría. El desenlace es bastante simbólico al ver una joven chica volviéndose a enamorar de su jefe a pesar de haberse sometido al tratamiento, todos esos detalles que la cautivaron la primera vez, lo volverían hacer sin importar el número de veces que su cerebro sea dañado. Y la reflexión de algún personaje arrepintiéndose de lo que dijo, la contraparte temiendo a la entrada (de nuevo) del círculo vicioso de la rutina y sí, no hay mejor forma que dejárselo al destino con un simple OK. 

No sé cómo funciona el cerebro en esta cuestión, qué sustancia libera y hacia dónde, no obstante, es un hecho que el amor paraliza el sistema nervioso, entra como un virus del cual aún no existe la cura y lo peor de todo es que no hace anticuerpos. 


Por último dejo el himno de la película interpretado por Beck, es un cover de los Korgis (banda inglesa de pop setentera) titulado everybody's gotta learn something.

Espectacular en: la dirección, los actores, la fotografía, el guión, la banda sonora, el arte visual que es el sello característico de Michel Gondry, en resumen en TODO.

Pudo mejorar en: nada, sólo deteste al personaje del pequeño hobbit, Elijah Wood, tratando de robarse la novia usurpando la personalidad de ya saben quien, y cuando uno odia de esa forma algún personaje quiere decir que cumplió su objetivo. 

Pésimo en: .....

Le doy un: 10, A+

1 comentario:

  1. Que inspirado! y si, yo también odié a Elijah Wood, mugre tipo sin personalidad jeje.
    Clementine Tangerine!!

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