martes, 15 de noviembre de 2011

Megan is Missing, secuestro vía Skype

En enero del 2007 desaparecieron, en un suburbio de Los Ángeles, dos adolescentes de 14 años: Megan Stewart y tres días después su mejor amiga Amy Herman. La película arranca bajo la premisa de estar basada en hechos reales, realizada en su totalidad por vídeo llamadas y de grabaciones con Handycams. Megan (Rachel Quinn), de una familia disfuncional, es extrovertida, divertida, graciosa, popular, alguien con quien te gustaría pasar un buen rato, incluso disimula las traumáticas experiencias en su corta edad con sexo, precocidad y rebeldía hacia su madre; su mejor amiga Amy (Amber Perkins) es todo lo contrario, aburrida, discreta, sobria, solitaria, producto de un seno familiar estable y amoroso. Su estrecha amistad se ve interrumpida por Josh (Dean Waite) mejor conocido con el nickname: Skaterdude. Megan lo conoce por Skype gracias a Lexie (Jael Elizabeth Steinmeyer), empiezan a persuadirse y coquetearse de inmediato hasta concretar un encuentro. El día después de la reunión, Megan no va a clases, desaparece por unos días y ya se le considera perdida; su historia es retomada por un noticiero local creando un programa especial para darle seguimiento al caso; Amy es ignorada en la escuela al preguntar por su mejor amiga, aunque logra contactar a Josh, quien desconoce su paradero. Sin embargo, debido a unas declaraciones de Amy al noticiero, culpando al ignoto Skaterdude, éste la amenaza para que no vuelva abrir su boca, 24 horas después también desaparece.


En la actualidad, gracias al Facebook y el Twitter, la privacidad es cosa del siglo pasado, dejando hasta los canales de You Tube y perfiles en My Space obsoletos. La tecnología avanza para lo bueno y lo malo; Megan is Missing es una muestra palpable que cualquier persona que se lo proponga (dañada y perturbada mentalmente) es un criminal en potencia; a través de engaños y un falso perfil (gustos, fotografías, identidades) aquí un joven, aunque no se esclarece bien su edad, secuestra, degenera, viola y mutila a un par de jovencitas en plena pubertad; como lo indica la película les saca fotos para después venderlas al mejor postor, en un sitio de fetichismo pornográfico fueron encontradas los retratos de Megan por el FBI y son exhibidos en la cinta.


Es apenas la segunda película de Michael Goi, la primera fue Voyeur de 1999, ya que es un director de fotografía cotidiano de las series, en su curriculum se encuentran: nuevas (American Horror Story), las de moda (Glee, Web Therapy y The Mentalist), clásicas (My name is Earl) y canceladas (Mr. Sunshine). Hace un trabajo periodístico-documental extraordinario (también es uno de los productores), al combinar ficción con las, fotos, entrevistas a los padres y vídeos de seguridad reales. De hecho, el guión en su totalidad está basado en hechos reales, el director escogió siete casos para resumirlos en la película, por ejemplo, en cinco de esos casos las víctimas son secuestradas y asesinadas, precisamente dos de esas muertes son ejecutadas por depredadores cibernéticos.


Goi nos hace recapacitar (al menos lo hizo conmigo) de lo que sucede en nuestro alrededor, este semi-documental toma un tema hasta el momento muy poco explotado en el cine de terror (o hasta en las de drama): las personas que son explotadas sexualmente para ser exhibidas en el internet lo cual me parece deleznable, no solo existe la explotación o trata de personas física, ahora, incluso la virtual.


Espectacular en : la austeridad, hasta cierto punto parece un trabajo universitario, sin embargo, tiene unos alcances impresionantes al conseguir prácticamente con nada mucho. Las influencias del director, claramente marcadas con aquella cinta que reflejaba a la juventud de la generación X, Kids (1995), al mostrar detalles de la vida de SECUNDARIA de estas niñas, y quedan patentes esas señas en la fiesta a la cual acuden, sí mucho más light pero la idea es expresada; también de la cinta francesa Irreversible (2002), protagonizada por Monica Bellucci, en la escena del sometimiento de Amy. Las actuaciones de ambas actrices. Los últimos 27 minutos de la cinta son de realidad cruda, punzante, nos enseñan un terror psicológico abrumador y esas secuencias largas le causan al espectador escozor y unos deseos continuos de apagar la televisión o computadora.

Pudo mejorar en: la trampa que pone el cineasta, es sumamente riesgosa, al inicio del largometraje muchas personas cuando comiencen a verla seguramente dejarán de hacerlo (ojalá que no), porque parece un proyecto vacío y bobo, pero es todo lo contrario, ciertamente el realizador no tiene la culpa de mostrar casi una copia exacta de cómo piensan las niñas de esa edad, en las dos vertientes: conservadora y liberal.

Pésimo en: la reconstrucción de los hechos en el secuestro de Megan, no le encontré razón. La creación del reporte especial Megan is missing, tal vez hubiese sido mejor hacer varios reportes en distintos noticieros y no permanentemente el mismo programa, fue un tanto exagerado; aunque supongo que lo hicieron de esa forma para reducir costos y tiempo, fue la manera más fácil, no obstante, menos original de llevar el seguimiento del caso.

Le doy un: 9

3 comentarios:

  1. yo la vi muy cruel y real vivo ejemplo como los padres pueden joderle la vida a sus hijos y como la sobreproteccion tambien la jode

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  2. Esta película de verdad me dejo pensando :/
    Si que de verdad es un poco traumante y la recomiendo

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  3. Ahora yo pienso, como mierda los padres dejan hacer una película que se trata de su hija, de como la secuestraron... eso es lo que no estaría entendiendo. Yo si estuviera en su lugar, me doleria que hagan una película que se trate de como la violan, la secuestran, etc...

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