martes, 20 de marzo de 2012

Old School. Nunca se olvida

Mitch (Luke Wilson) decide no acudir a las últimas ponencias de una convención para tomar el vuelo de regreso a casa, quiere darle una sorpresa a su novia. Heidi (Juliette Lewis) lo acoge pasmada, no sabe cómo justificar lo que estará apunto de suceder en esa casa. Mitch defraudado por encontrarse con varios amigos de internet de ella, da por terminada la relación y va, con el corazón roto, a la boda de uno de sus mejores amigos, Frank (Will Ferrell). El otro, Bernard (Vince Vaughn), trata de convencer al nuevo esposo de no hacerlo en pleno altar. Su amistad ha visto como el sentimental, de carácter pasivo, rompe con la mujer que ama; el disparatado por fin ha sentado cabeza; y el cínico resultó ser el más práctico al ser millonario gracias a sus tiendas de electrónica formando una familia ya con dos hijos. Mitch ha rentado una nueva casa ubicada cerca del campus de la universidad, sus amigos para festejar su nueva vida le hacen una fiesta:
Mich-a-palooza. Al acabar la celebración, el dueño de la casa recibe la visita del decano Gordon Pritchard (Jeremy Piven), quien le informa que tiene que desalojar la casa por ser reasignado su uso, donde sólo pueden vivir estudiantes o personas que hagan servicio comunitario. "Cheese", como era antes apodado en sus tiempos de juventud, se regocija por obtener la venganza que tanto ha esperado. No solo Mitch tiene que pensar en dónde vivirá, sino Frank, de igual forma, por revivir al viejo Frank "The Tank", debe de resarcirse con Marissa (Perrey Reeves) para no ver destruido su incipiente matrimonio. Ante ese panorama desalentador, Bernard pretende hacer una fraternidad, únicamente de esa forma la casa seguirá siendo de su amigo, a quien bautiza como: "The Godfather". Se tiene la casa, los aspirantes, a los fundadores pero falta el consentimiento de Mitch, aunque Frank, logra convencerlo. El padrino, en la boda de su nuevo inquilino, Frank, se reencuentra con un viejo amor universitario, Nicole (Ellen Pompeo) ya es madre, y hasta existe un novio, factores que no le importan a Mitch porque pretende conquistarla. Todo no se puede encontrar mejor, sin embargo, el decano Pritchard consigue mover sus influencias ganando la anhelada casa y consiguiendo la separación de la fraternidad. Aunado al inminente divorcio de Frank, el mal entendido de Mitch con Nicole y la posible deserción de Bernard parece que su venganza se consumió.


Todd Phillips dirige y escribe una de las mejores comedias de los dosmiles. El realizador tiene una carrera francamente en ascenso; comenzó con Road Trip, una cinta de adolescentes que seguía la estela de American Pie, de un año antes; llegó la película en turno, Old School, era hasta el momento la mejor en su repertorio, obviando, a Starsky & Hutch (un tributo a la serie de los 70's), School for Scoundrels (comedia romántica) y a Due Date del 2010, aprovechando el grandísimo resurgimiento de Robert Downey Jr. y el momento y reputación ganada de Zach Galifianakis gracias a The Hangover (material de otro post) que es la comedia más sobresaliente dirigida por Phillips, aunque la secuela ya no tiene un impacto similar por ser una fórmula hecha y quemada por él, la tercera parte, para el 2013, anticipa más de lo mismo.  


Aquellos viejos tiempos, su "creativo" título para América Latina, es tan simple como los hechos que se desprenden de ella, originando situaciones cómicas de principio a fin. Aplaudo esta característica en las cintas de Phillips, creando, de igual forma, una química espectacular entre sus protagonistas, donde no se fuerzan, ni hartan al espectador y, lo principal, es la singularidad de los conflictos que se tratan de solucionar.
La situación. La creación de una fraternidad. En otros desarrollos, no nos dice nada, no obstante, aquí llama la atención al ser presidida por sujetos que tienen 30 años, alguno de 89, otros cuarentones y los pocos son los estudiantes. 
Los personajes. Mitch, Bernard y Frank. Viven momentos distintos, siendo participes de las más imprudentes fiestas, tratan de revivir esa anhelada época, y protagonistas de un rompimiento, un casamiento y una familia estable. "The Godfather", "Bernie" y "The Tank" son sus álter egos, curiosamente, gracias a estos volverán a encontrar su esperado amor platónico, valorarán lo que atesoran y tendrán una nueva oportunidad de comenzar. 
El conflicto. La disolución de la fraternidad. Los fundadores y los 14 miembros deben de superar las pruebas impuestas por el decano, quien aún recuerda las torturas de sus viejos enemigos. Por y a través de la fraternidad se provocan los problemas de los involucrados, como la expulsión de la escuela, una incipiente separación, quemaduras de primer grado e inconvenientes con un ladrillo, con un dardo tranquilizante, con la lucha en jalea y en la clandestinidad del padrino.         


Espectacular en: Luke Wilson, Will Ferrell y Vince Vaughn. La prueba de gimnasia, la atlética y del espíritu escolar, la clase de sexo oral, la pelea de Frank con "Cheese" y (reconozco que nunca esperé decir esto alguna vez) en la mayoría de las escenas que participa Will Ferrell. La Dan Band en la boda. Y Joseph "Blue" Palasky, un personaje intrascendente pero los factores que lo rodean son hilarantes. 

Pudo mejorar en: la asistencia a las fiestas de Darcie (Elisha Cuthbert), por desgracia solo acudió a una. 

Pésimo en: que el poco carisma que tienen Vince Vaughn y Will Ferrell se lo hayan gastado en esta cinta, más allá de otros proyectos en sus inicios; actualmente ambos, acumulan películas basura, calcando actuaciones una y otra vez.

Le doy un: 10

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