Se avecina el cumpleaños número 29 de Schmidt y para su mala fortuna la cancelación de la reservación que hizo a un "party-bus" hace que no haya celebración. Jess no puede permitir tal atrocidad, así que organiza su party-bus. Primero pide prestado el autobús escolar donde trabaja, su jefa Tanya (Rachel Harris) la condiciona obligándola a invitarla, también provee de droga a la fiesta, más bien sólo lleva media galleta de marihuana. Jess contrata a una streapper, aunque hay un mal entendido y le envían un streapper. Schmidt agradecido por todas las atenciones, únicamente le preocupa la aprobación de Benjamin (David Neher), un viejo amigo de la universidad con una amistad y sentido del humor bastante extraño. Nick lleva al cumpleaños a Julia (Lizzy Caplan), una abogada con quien está empezando a salir, sin embargo, le preocupa no decepcionarla por lo que le oculta dónde vive, qué hace, y le avergüenzan sus amigos. Todo este recuento de hechos, tres días después, es provocado porque Schmidt tiene que depositar 50 dólares en la "douchebag jar", esa cantidad jamás la había depositado, en ese recipiente, cada vez que se comporta como un idiota.
La segunda parte de la primera temporada hizo su regreso con dos nominaciones en la pasada entrega de los Globos de Oro, a Zooey Deschanel como mejor actriz en una serie de comedia y a la serie como mejor serie de comedia; al final no ganaron ningún premio pero el reconocimiento de ser de una de las propuestas más frescas y originales de la televisión ahí está.
El nuevo episodio tiene como principal protagonista a Schmidt, donde nos regalan un flashback imperdible de su "antiguo físico". Nick parece que después de Caroline ha encontrado, por fin, compañía. Y es el primer capítulo en el que Jess no tiene la relevancia característica de la temporada; lo cual no le resta en lo absoluto en originalidad ni calidad, el resultado fue igual de positivo.
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