sábado, 3 de diciembre de 2011

I'm Here, el amor no tiene refacciones


En Los Angeles donde robots y humanos conviven sin problema, Sheldon (Andrew Garfield) es un robot bibliotecario, melancólico, entusiasta pero deprimido por su soledad y observa a la distancia un avión lejano, tal vez lo envidia por su libertad de acción. Sigue la rutina día tras día, sale de la librería, toma el autobús de regreso a casa, llega a su hueco solitario en la ciudad, recarga su batería, duerme y volver a comenzar; hasta que en la espera diaria del autobús, observa a una robot, muy divertida en su automóvil, una señora la reprime, sin embargo, a ella no le interesa y hace caso omiso de la fúrica reclamación. Sheldon evita todo contacto visual con Francesca (Sienna Guillory) la joven conductora, ahora acompañada por unos amigos, en un nuevo encuentro "casual" afuera de la librería, pero en esta oportunidad, por iniciativa de los acompañantes, lo invitan a subir al auto, él acepta.  
Francesca es una robot llena de vida, distraída, soñadora y empieza a pegar pequeñas notas en el lugar donde estacionaron con la leyenda: I'm Here. Él queda maravillado, con la vitalidad de su nueva amiga, hasta que la torpeza de ésta queda en manifiesto por una caída, el joven bibliotecario de inmediato la auxilia y sana los raspones. Sheldon ya toma la costumbre cotidiana con otra actitud, van de paseo, comparte sus cuatro paredes solitarias, incluso asisten al concierto del grupo favorito de ella, ahí tiene un nuevo accidente en medio del baile, un brazo queda destruido, sin dudarlo el joven de inmediato se quita uno y se lo pone a su nueva compañera. 
La generosidad del joven bibliotecario es infinita, quedará en manifiesto su altruismo sin importarle el poco tiempo de conocerse, Sheldon hará todo lo posible para que ella sepa: I'm Here.

Este cortometraje fue estrenado en el Festival de Cine de Sundance en el 2010, y es patrocinado por la marca sueca Absolut Vodka como parte de su campaña publicitaria con el slogan "Is an absolut world", el proyecto se lo encargaron al director Spike Jonze. Es casi media hora, de belleza pura, la estética del corto es parecida a la de su trabajo previo, Where the Wild Things Are.


Es plausible que una marca en aras de su publicidad ceda los recursos, que no son pocos, para realizar un trabajo de este calibre, y más importante aún darle la responsabilidad a este pedazo de director. Esta historia de amor, también escrita por él, refleja el grado de generosidad de un robot (en este caso) que es capaz de hacer cualquier cosa por amor. Sin apenas conocerla, con esos cinco minutos de plenitud, para él, le complementa, se siente en una palabra: feliz.



Espectacular en: la dirección y el guión; Esa realidad humano-robots. Los alcances que tiene el amor, es decir, son infinitos. La escena de los ratones de papel y el final, es uno de los más bellos que he visto, da un ejemplo, una lección de vida; el tan trillado "es mejor dar que recibir" jamás será ejemplificado en la magnitud como lo representa el corto de Spike Jonze. 

Pudo mejorar en: sería buena idea poner una nota que diga, "peligro, puede llorar". 

Pésimo en: ..

Le doy un: 10 A+A+

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